Ballet folclórico en Mendoza: ¿cómo se unió el ballet con el folclore?
- Marla Ferrón
- 2 jun 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 4 jun 2024
El 25 de mayo estuvo repleto de actividades libres y gratuitas. Entre los shows, se destacan las presentaciones de escuelas de danzas y ballets folclóricos que reflejan la tradición del país.

Cada 25 de mayo, Argentina celebra el Día de la Patria. En este día, las calles nacionales se visten de celeste y blanco, los barrios se inundan del olor de empanadas y torta fritas, y las plazas se llenan de música y danza. En los eventos conmemorativos de Mendoza, se presentan institutos de danza como la Escuela Municipal de Ballet. Cuando uno ve la palabra "ballet" se puede preguntar: ¿cómo está relacionada una danza que fue exclusiva para la clase rica con las costumbres de la cultura popular?.
En 1810, inició la Revolución de Mayo, proceso que culminó con la destitución del virrey español Baltasar Hidalgo de Cisneros y la conformación del primer gobierno propio. La Universidad Nacional de Cuyo, en su página web, explica: “Esta revolución fue el inicio de un proceso emancipador que concluyó seis años después, cuando el 9 de julio de 1816 el Congreso de Tucumán proclamó la Independencia de las Provincias Unidas de América del Sur”.
Infobae en su artículo "Día de la Patria: ¿qué se celebra el 25 de mayo?" comenta que una multitud se reunió alrededor de la Plaza de Mayo para celebrar. La comida típica estuvo acompañada de danzas tradicionales como el gato, la cueca, los malambos, las zambas, entre muchas otras.

Estos tipos de música y danza tienen una gran historia que es importante conocer como argentinos. Inteatro, una página especializada en danzas escénicas menciona: “Argentina es una tierra que danza. Se puede atravesar el territorio y encontrar en su recorrido diversos grupos, compañías y ballets que representan danzas clásicas, contemporáneas y folclóricas... No es posible hablar de una sola danza en el país, sino que tenemos que pensar en danzas argentinas con distintas particularidades locales empapadas de una historia que nos atraviesa desde antes de las colonias, que cruza danzas de pueblos originarios con danzas españolas del virreinato y posteriormente otras imposiciones o influencias”.
Cuando los españoles llegaron a tierras latinoamericanas impregnaron todo con su cultura. La religión, el lenguaje, la música sintieron su influencia. Uno de los géneros musicales que impactó fue el ballet. “Dicen que el ballet es la base de todas las danzas... es una danza que se caracteriza por un alto nivel de sincronización y armonía entre el cuerpo del bailarín, sus movimientos y la música. La complejidad de pasos con los pies es una parte esencial de sus coreografías. Este es emblemático de Europa”, menciona Señal Memoria en el artículo "Cuando el ballet y el folclor se encuentran".
Hace tiempo, el ballet era exclusivo para las clases acomodadas. Esta danza no se practicaba en las calles y los elementos como zapatos y vestimenta eran costosos y restringidos. Pero aún así, fue significativa para la tradición argentina.

Poco a poco, el ballet inspiró el nacimiento del ballet folclórico. Este es “la adaptación de algunas convenciones de la danza clásica en prácticas populares o tradicionales de una comunidad. Pasos, coreografías o posturas se encuentran con movimientos y ritmos propios de naciones diferentes a la europea”, sigue explicando Señal Memoria. Si bien el ballet es la base de muchas danzas europeas, en otras culturas es un género que permite la divulgación de tradiciones.
Los pasos que adoptó Argentina de la danza clásica fueron zapateos, pasos arrastrados, zarandeos y distintas posiciones de los brazos. Las castañuelas y los enaguas también se convirtieron en elementos casi obligatorios de las danzas tradicionales. Este legado se puede observar en bailes típicos como gato, pericón, zamba, malambo, polca, chamamé, carnavalito, tango, milonga, entre otras.
En el caso de Argentina, el ballet folclórico muestra piezas artísticas nacionales. Si bien cada danza tiene sus particularidades, hay algunos elementos propios de la época que se repiten.
Claudio Fernando Díaz, profesor en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, cuenta en su trabajo de investigación "Una aproximación sociodiscursiva al folklore argentino" publicado en Biblioteca virtual de la Universidad Nacional del Litoral, las semejanzas que presenta la música tradicional del país.
En muchas letras musicales, se rescata “un modo de vida anterior a la modernidad, que toma forma en una mirada idealizada sobre la vida rural y, en ocasiones, una visión negativa del espacio urbano. Ese mundo rural idealizado, espacio provinciano en el que se conserva la "esencia" nacional es habitado por un personaje prototípico…el gaucho", señala Claudio. A lo que agregó, que al gaucho se lo asocia con valores como honestidad, generosidad y respeto.

En canciones como Mi amigo el Mate amargo de Adrían Maggi se relata la historia del mate y cómo acompaña a los paisanos durante su jornada. O en Pastorcitode de Nicolás Membriani donde se muestra como los gauchos arreglaban sus asuntos. Tampoco puede faltar Entre a mi pago sin golpear de Carlos Carabajal.
Por otro lado, uno de los espacios más mencionados es el pago. Según la Real Academia Española (RAE) es el lugar en donde una persona nace. Así el pago aparece “idealizado, caracterizado eufóricamente como espacio de valores, que se ha perdido y se añora”, explica Díaz. Y luego expresa: “Esa pérdida de los valores y las virtudes es, en un extremo, una pérdida de la identidad, que sólo es recuperada mediante el ejercicio del canto”.
Por el otro, no se puede dejar de lado el lenguaje típico de estas canciones populares. En la investigación de Claudio se menciona que se incluyen las formas regionales y acentos de la nación que conforman la literatura gauchesca.
Por último otros elementos repetitivos son “los paisajes, costumbres, fiestas populares, ceremonias en cada región, bailes, música, comida e indumentaria”, comenta Díaz.
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